HACIENDO VINO ARTESANAL

Quizás el vino y su proceso de elaboración te
resulte un tanto misterioso y complicado sólo reservado para grandes
establecimientos industriales. Sin embargo, te sorprenderá saber que ese
proceso, de manera simplificada, puede estar a tu alcance para que disfrutes
junto a tus amigos de tu propio vino. Simplemente debes tener un poco de
paciencia y podrás vivir la experiencia de ver por ti mismo el nacimiento de la bebida más exitosa
creada por el hombre.
¿Cuál fruta puedo convertir en vino?
Si bien casi cualquier fruta puede ser transformada
en vino, trata de trabajar con frutas ácidas, muy dulces, de gran jugosidad y
con mucho aroma. Si lo prefieres, puedes intentar hacer combinaciones de varias
de ellas para incorporar sus mejores características. Como guía, puedes ver
algunas frutas con su respectivo contenido de azúcar y la acidez en esta
tabla. Recomendamos especialmente
la mora y la piña (ananá) debido a sus características químicas, así como el
tamarindo y la parchita (maracuyá), ventajosos por su rendimiento.
¿Qué
materiales necesito?
Casi todos los materiales
que requieres para elaborar tu vino los conseguirás con seguridad en
tu cocina. Lo único adicional que debes poseer es un hidrómetro Brix
y un kit de medición de acidez. Pero tranquilo, en nuestra
tienda puedes
adquirirlos a muy buen precio.
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a. utensilios varios de cocina, como jarras,
cacerolas, coladeras, cucharas medidoras, cubetas. |
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b. Un
hidrómetro
triple escala y su
respectivo
cilindro.
Con este instrumento podrás saber cuánta azúcar agregar |
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c. Un
kit para medir la acidez. y ajustarla
para una correcta fermentación. |
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d. Un botellón de agua
potable comercial
preferiblemente de vidrio.
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e. Elementos auxiliares:
1½ metro de manguera, embudo, tapón de algodón, un lienzo de 1m m x 1m |
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f. Azúcar,
levadura de panificación, ácido cítrico, agua libre de cloro*.
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*Para
obtenerla, hierve agua corriente del grifo durante 15 minutos y déjala reposar
hasta que alcance nuevamente la temperatura ambiente. No la uses caliente para
preparar fermentaciones |
¿Cuál es
el Procedimiento?
Paso 1. Preparación del
jugo o pulpa
A. Para comenzar,
lava muy bien las frutas que vas a emplear. Aquellas
como las uvas, moras, fresas, naranja, merey, etc,
pueden ser trituradas para extraer el jugo. Otras como
guayaba, mango, papaya, etc, deben ser peladas,
troceadas y, si es necesario, licuadas. En ambos casos,
le puedes agregar un poco de agua para ayudar la
extracción. Si has procesado por lotes, únelos todos
para homogeneizar. Puedes agregar agua adicional para
aligerar el jugo si consideras que está muy concentrado.
Utiliza suficiente fruta para obtener entre 7 y10 litros de
este jugo.
B. Coloca el jugo en el
botellón y agrega agua libre de cloro hasta alcanzar la
marca de los 15 litros. Agítalo muy bien para
homogeneizarlo. Transfiere una muestra al cilindro e introduce el hidrómetro y déjalo flotar libremente. Observa el punto
donde la superficie del líquido corta el cuello del instrumento.
Podrás ver que hay tres escalas diferentes.
Presta especial atención a la escala expresada en porcentaje (%), ya que
ella te
indicará la cantidad de alcohol (o grados G.L.) que teóricamente va a
contener tu vino una vez esté terminado. Este alcohol es conocido como alcohol probable
(AP).

La escala de porcentaje indica el alcohol probable en el vino |
Si en estos momentos tu lectura muestra un AP muy inferior a 11%, deberás
ir agregando de forma consecutiva pequeñas cantidades de azúcar a tu jugo y
midiendo cada vez el AP hasta alcanzar el valor mencionado de 11%.
En el caso
poco común que tu jugo supere el 11% de AP, deberás
entonces agregar agua de a poco tal y como te lo
indicamos antes para el azúcar.
Nota: Si
prefieres ahorrarte el tiempo de realización de estos
ajustes repetitivos, puedes emplear el software
Enocalc RS, el cual te calcula la cantidad exacta de
azúcar y ácido a agregar de una sola vez.
C. Con la ayuda del kit,
mide la acidez a este jugo que recién le ajustaste
el AP a 11%. Para ello, sigue al pie de la letra las
instrucciones del fabricante, te resultará bastante
sencillo. También puedes ver
aquí un video tutorial que te puede ser útil.

El kit simplifica
la medición de la acidez |
Una vez realizada tu determinación
con el kit, introduce el valor obtenido en el formulario que te presentamos a
continuación dentro de la celda señalada como "acidez medida" y pulsa el botón
"calcular". En la celda de fondo amarillo aparecerá la cantidad total de ácido
que debes agregar a tu jugo para que fermente adecuadamente.
Si no tienes una balanza
disponible para pesar los gramos a agregar, puedes hacer uso de nuestra
tabla para que realices tu medida en
cucharadas.
Considera que
este formulario incluye por defecto los valores 5.5 y
15. El primero es un valor de referencia y no puede ser
cambiado. El segundo lo puedes modificar si has obtenido una
cantidad diferente de 15 litros de jugo.
Si obtienes
un valor numérico negativo, tendrás que diluir un poco
más tu jugo y realizar nuevamente las determinaciones,
ya que es posible que la fruta que estás empleando
resulta demasiado ácida.
Paso 2.
Fermentación
A.
Disuelve ¼
cucharadita de azúcar en ½ de litro de agua tibia,
adiciónale 2 cucharaditas de levadura común de
panificación y dejarla en reposo por 15-20 minutos. Si
transcurrido ese tiempo notas que ha producido gran
cantidad de espuma, puedes añadirla con confianza a tu
jugo o pulpa. De lo contrario, tendrás que descartarla y
usar una que no esté deteriorada.
Si prefieres
un vino con mayor aromaticidad y mayor rendimiento de
alcohol, emplea nuestra
levadura
Lalvin 71B-1122 en la misma
proporción.
B. Tapona con
algodón o una malla fina el botellón para evitar la
entrada de polvo e insectos.
Si deseas
minimizar los efectos perjudiciales del oxígeno, puedes
emplear una
trampa de aire.
Anota en el
recipiente la fecha en la cual agregaste la levadura y
colócalo en un lugar ventilado y fresco. Observarás que
durante los cuatro primeros días de la fermentación se
produce una gran turbulencia del líquido. Posteriormente
esta turbulencia disminuye pero sigue un ligero
desprendimiento de gas durante unos 5-8 días más.
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La
fermentación produce gran cantidad de gas y
turbulencia en el líquido |
Paso 3. Clarificación
Finalizada la
fermentación, ya tienes tu vino. Sin embargo, su
apariencia no es adecuada debido a que está turbio y con
mucho sedimento. Para clarificarlo, mantenlo en absoluto
reposo en un sitio fresco durante unos 15 días o hasta
que los sólidos caigan al fondo del recipiente y quede
un líquido claro y limpio.
Decanta esta
parte limpia del líquido empleando una manguera fina.
Succiona por uno de los extremos haciendo efecto sifón
(similar al procedimiento para extraer gasolina a un
automóvil) y pásalo por un lienzo limpio extendido en
una coladera Evita arrastrar los sedimentos del fondo
del recipiente.
Repite el
proceso si es necesario, pero no debes reposar el vino
durante más de un mes o correrá el riesgo de dañarse.
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Trasegado del
vino claro mediante efecto sifón |
Paso 4. Embotellado y pasteurización
Puedes
emplear botellas de vidrio preferiblemente de color, con
tapa de rosca o
tapón de corcho. Considera que esta
última requerirá una
taponadora manual
para la
introducción del tapón. También puedes emplear botellas
plásticas.
Llena las
botellas con el vino, tápalas y sumérgelas 3/4 partes en
agua hirviendo por unos 4 minutos. Pásalas luego por
agua a temperatura ambiente para enfriarlas rápidamente.
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Pasteurizacion
del vino en Baño de María |
Debido a que
tu vino no tiene conservantes, es recomendable que lo
almacenes bajo refrigeración para prolongar su vida
útil. Si esperas unas tres semanas antes de consumirlo,
disfrutarás de un mejor producto.
Y ahora sólo resta compartirlo con tus amigos.
¡Salud!

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